1. Y otra vez entró en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca.
2 Y le acechaban si en sábado le sanaría, para acusarle.
3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate en medio.
4 Y les dice: ¿Es lícito hacer bien en sábado, ó hacer mal? ¿salvar la vida, ó quitarla? Mas ellos callaban.
5 Y mirándolos alrededor con enojo, condoleciéndose de la ceguedad de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió, y su mano fué restituída sana.
2 Y le acechaban si en sábado le sanaría, para acusarle.
3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate en medio.
4 Y les dice: ¿Es lícito hacer bien en sábado, ó hacer mal? ¿salvar la vida, ó quitarla? Mas ellos callaban.
5 Y mirándolos alrededor con enojo, condoleciéndose de la ceguedad de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió, y su mano fué restituída sana.
Marcos 3: 1-5
El día anterior, en la primera parte de esta serie ENSEÑANZAS DE JESUCRISTO, veíamos cómo el Señor nos enseña de una manera extraordinaria y detallada acerca del Reino de los Cielos o, lo que es lo mismo, del Reino de Dios. Esta enseñanza fue dada por el Señor de manera práctica, con su propio testimonio y por medio del parábolas.
Pero hay una segunda enseñanza clave impartida por el Señor durante su magisterio en la tierra: UNA COSA ES RELIGIÓN Y OTRA COSA ES RELACIÓN. Jesús quiere hacernos ver que practicar una religión no nos lleva a ninguna parte. Que lo que Dios quiere es una relación del hombre con Él por medio de Su Hijo Jesucristo, también Dios, con la ayuda imprescindible del Espíritu Santo, que también es Dios:
- El hombre de la mano seca estuvo por años en la sinagoga sin que nadie se ocupara de él; Cristo vino y tuvo misericordia de él, hablándole personalmente.
- El hombre de la mano seca estuvo por tiempo arrinconado sin que la religión le hiciera caso; Jesucristo se fijó en él y en su necesidad;
- El hombre de la mano seca estuvo echado a un lado por la religión; Jesucristo lo puso en medio y le dio visibilidad;
- La religión mantuvo al hombre de la mano seca en su condición de inútil; Jesucristo le llamó a ser útil.
- La religión mantuvo al hombre de la mano seca en la oscuridad de un rincón; Jesucristo lo puso en medio de la luz.
- La religión nos limita con reglas; Jesucristo Dios es soberano y puede hacer lo que quiera cuando quiera.
- Para los religiosos el descanso es un día; para Dios el descanso es Jesucristo.
- La religión condena y acusa; Jesucristo es la Verdad, y la Verdad te hace libre en cualquier momento en el que decides seguir al Señor.
Dios te llama hoy a ser libre, a tener una relación con Él por medio de Jesucristo. Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y toda ti casa.
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