Génesis 33:4
¿Cuándo se alegró más Esaú, cuándo vio la ofrenda de Jacob o cuándo vio a Jacob? Sin ninguna duda, cuando vio a su hermano. Le abrazó, le echó los brazos al cuello y le besó. Todos esos gestos eran propios de aquel tiempo, revelando un amor que nada tiene en cuenta y que lo ha perdonado todo. El padre del pródigo (Evangelio de Lucas, Capítulo 15, versículos del 11 al 32) recibió a su hijo de la misma manera. Recuerda que el pródigo, como toda ofrenda, tan sólo trajo su vida llena de hambre, suciedad y harapos, pero el padre lloró de gozo y le recibió con alegría, haciéndole una fiesta con lo mejor que tenía.
Querido amigo y hermano: Dios no mira tu ofrenda por sí misma o por el valor que pueda tener. Lo que Dios aprecia de verdad es que TÚ VENGAS DETRÁS DE TU OFRENDA, porque con quien quiere encontrarse cada vez que tú ofrendas es contigo y no con lo que le llevas. Dios no se agrada con ofrendas solitarias, sin corazón:
1. TU OFRENDA TIENE QUE HABLAR DE TI.
2. DESCANSA SOBRE TU OFRENDA.
3. TEN TEMOR DE DIOS A LA HORA DE OFRENDARLE.
2. DIOS TE DICE: TENGO SUFICIENTE CONTIGO.
¿Tienes deudas con Dios? ¿Hace tiempo que no te encuentras con Él? ¿Estás huyendo del Padre por como fue tu pasado? ¿Crees que Dios viene para matarte? VUÉLVETE HOY A SU ENCUENTRO. CRISTO TE ESTÁ ESPERANDO PARA LIMPIARTE, VESTIRTE, CALZARTE, PONERTE EL ANILLO DE LA SALVACIÓN Y HACERTE FIESTA. ALELUYA¡¡¡¡¡
Que Dios te bendiga.
Francisco Rubiales Ministerio Evangelístico
Twitter: @RubialesCCR
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